Momento incómodo, si los hay, fue el que vivió hoy Mauricio Macri durante la inauguración del oleoducto Loma Campana – Lago Pellegrini, en Vaca Muerta. En pleno acto, el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, y delante del Presidente, admitió que uno los problemas que aqueja al países que «tiene hiperinflación».
Gutiérrez, del Movimiento Popular Nequino (MPN), daba un discurso en la localidad de Añelo, a los pies del yacimiento de Vaca Muerta, frente a funcionarios y autoridades de YPF y al mismísimo Mauricio Macri.
Fue en ese contexto que el mandatario provincial elogiaba las políticas energéticas del Gobierno, resaltando la necesidad de exportar energía como «el camino para atajar de cuajo y resolver los problemas económicos del país».
Lo incómodo surgió cuando Gutiérrez detalló las dificultades que vive la Argentina y en una suerte de enumeración -¿fallida?- habló de «déficit, problemas macroeconómicos y la hiperinflación». Todo a escasos metros del Presidente, quien cuando el gobernador terminó de hablar le estrechó la mano y dio su discurso, claro que sin hacer referencia a sus dichos.
Macri por su parte, aprovechó la oportunidad para referirse a las elecciones y asegurar que «este año es una bisagra entre el crecimiento o la oscuridad”.
Asimismo, el Presidente dijo que es «momento de tener generosidad, sentarse alrededor de una mesa y acordar» políticas básicas, para «llevar tranquilidad y futuro a la casa de todos los argentinos», en referencia al acuerdo que el Gobierno propuso a Alternativa Federal (peronismo no kirchnerista) y otros espacios políticos, que marca diez puntos de políticas públicas básicas para mantener luego del recambio presidencial, el 10 de
diciembre.
«Frente a tantas dudas que tiene el mundo de si vamos a volver atrás, he invitado y nos hemos autoinvitado entre muchos a que rmemos de vuelta acuerdos, consensos sobre las cosas básicas y elementales que vamos a respetar», dijo Macri, que recordó que «los países que nos rodean lo han hecho hace rato».