El poder adquisitivo de la mayoría de los programas de transferencias no condicionadas se redujo fuerte bajo la gestión Cambiemos así como se quitó apoyo presupuestario a los proyectos de la economía social, popular y solidaria, reveló un informe del Observatorio de Políticas Públicas de la UNDAV.
La asignación por hijo, en tanto política universal, verificó una caída real acumulada del 5,8%. A partir del cambio de fórmula, además, se estima que reduzca su poder adquisitivo en 3,4% hasta fines e 2019.
En materia presupuestaria, se registra una baja acumulada del 9,6%, medida a valores constantes, en los fondos asignados al programa “Argentina Trabaja”.
Similar contexto se presenta con los recursos para la AUH y las asignaciones familiares. Respectivamente, tendrán asignados para 2018 fondos 4% y 21,3% menores a los del año pasado.
Asimismo, en concepto de los programas del Ministerio de Trabajo relativos a “Capacitación Laboral”, la disposición de recursos disminuyó un 20% desde 2016, a valores constantes.
La AUH entró en vigor en octubre de 2009 como un seguro social a personas desocupadas o que trabajan en negro, por cada hijo menor de 18 años o hijo discapacitado.
En mayo de 2011, las prestaciones se complementaron con la asignación universal por embarazo (AUE) para futuras madres que se encuentren en las 12 semanas o más de gestación.
De la misma forma, en agosto de 2009 se crea el programa Ingreso Social con Trabajo o “Argentina Trabaja” para que personas sin empleo constituyan cooperativas de trabajo para la ejecución de actividades dirigidas por el poder ejecutivo nacional, o por sus pares provinciales y municipales, como saneamiento o mejoramiento urbano y de espacios verdes.
Los números relativos a la movilidad de los diferentes conceptos monetarios marcan desde fines de 2015 hasta la actualidad un deterioro del ingreso medio de los cooperativistas de un 28,2%.
Otra cifra relevante es la de subejecución en programas del INTI. Por caso, en 2016 no hubo ejecución para en concepto de “apoyo a los centros de investigación y desarrollo” ($63 asignados), ni de “regionalización del Inti” ($761 M asignados).
Con todo, en los últimos dos años se redujo en un 17,3% promedio la asignación presupuestaria para los programas relativos a la economía social y solidaria.