Los bolsillos argentinos están flacos. Tanto que las familias recortan gastos en todos los rubros y, como todavía la plata no alcanza, la tijera llegó hasta los productos de primera necesidad, como los alimentos. Un dato alarmante revela que en mayo el consumo de leches fluidas cayó un 13%.
Según datos de la Secretaría de Agroindustria, entre enero y mayo último la venta de leches fluídas cayeron 13% y las de leche en polvo un 11%. Otros lácteos también sufrieron fuertes recortes, como los quesos, que se vendieron un 6% menos.
Los motivos de esta caída del consumo son obvios: a la fuerte pérdida del poder adquisitivo de la gente se le suman los aumentos de los alimentos registrados en los últimos meses. Y los lácteos fueron, según la última medición del INDEC, unos de los productos que más aumentaron en junio.
La leche entera en sachet subió un 26,6 por ciento, por encima del 22,4 por ciento de la inflación del año. En tanto, el valor de la leche en polvo entera por 800 gramos avanzó un 13,1 por ciento, a 304,68 pesos.
Los datos de la Secretaría de Agroindustria y del Indec van en línea con los recabados por las consultoras Focus Market y Scanntech que el mes pasado, tras relevar 750 productos, registraron que en el último año la leche subió en promedio el 95,4%.