Estados Unidos cumplió su amenaza y se retiró de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) dependiente de Naciones Unidas por considerar que tiene una tendencia ideológica «anti israelí».
La directora general de la Unesco, Irina Bokova, lamentó la decisión y señaló que «es una pérdida para el multilateralismo y para la familia de Naciones Unidas»; aunque desde Washington aseguraron que este paso «no se toma a la ligera» y llega después de varias medidas de organismo que reconoció a Palestina como miembro, o el reciente nombramiento de la Ciudad Vieja del Hebrón como Patrimonio de la Humanidad.
En sintonía, el primer ministro Benjamin Netanyahu dio instrucciones a la Cancillería de su país para comenzar a tramitar la salida oficial de la Unesco, según un comunicado, citado por el diario Haaretz.
La decisión de Netanyahu parece ser una respuesta a la de su aliado, el presidente Donald Trump.